Nos despedimos de esta población de unos 500 habitantes por la calle del Burgo, entre un elenco de casonas de recias portaladas. Es terminar la calle para asomarnos a un camino, donde un mojón señala 14 kilómetros hasta Tiebas. El itinerario avanza cómodamente bajo la falda de la Higa de Monreal, también llamada Elomendi, que alcanza los 1295 metros de altura. Entre rosales silvestres y cultivos de cereal, el camino se embosca y alcanza los sotos del río Elorz. Un cartel señala el itinerario al crucero gótico de San Blas, apartado de la ruta, mientras sorteamos el cauce del río por un puente de madera envuelto por la vegetación (km. 1,9). Al poco desembocamos en una pista de parcelaria, girando a mano izquierda y cruzando de nuevo el río por una pasarela de cemento. Seguimos la pista por los parajes de Zirimotz y Garitoain, aproximándonos a los márgenes de la sierra de Alaiz. Antes de alcanzar Yárnoz, bajaremos por unas escaleras improvisadas hasta un puente (km. 4), aprovechándonos de la sombra que brindan el boj y las carrascas.

Asomada al Camino, esta reducida población del valle de Elorz destaca por su torre medieval de los siglos XIV o XV. Una pista asfaltada nos lleva hasta el cementerio, donde da inicio otro suculento tramo de tierra por un relieve más accidentado, sobre alguna zona de margas y avanzando en paralelo al Canal de Navarra, que distribuye las aguas del río Irati por el centro y el sur de la Comunidad Foral. El camino parece bifurcarse antes de alcanzar la siguiente población; sorteemos o no el portillo iremos a desembocar al camino correcto.

El itinerario avanza sobre el Canal de Navarra. |CAMINOS PEREGRINOS

Al igual que Yárnoz, Otano también queda por debajo del Camino. Sin perder de vista la estela del Canal, cruzaremos al rato una portilla en el paraje de Berro (km. 7,1), dejándola cerrada. Medio kilómetro más adelante llegamos a una pista asfaltada que tomamos a mano izquierda durante 200 metros. En las proximidades de una cantera abandonamos la pista por la margen derecha, visualizando debajo el antiguo señorío de Ezperun, hoy desolado. Retomamos así la amena aunque tenaz travesía por la ladera de Alaiz, salpicada de vegetación mediterránea, y dando vista hacia el norte al valle de Elorz, con Noain y su acueducto, la sierra de Tajonar y Pamplona. La senda termina descendiendo hasta la agradable y cuidada población de Guerendiáin, con una fuente a la misma entrada que invita al descanso. Fascina la carreta que reconstruyeron en 2004 los vecinos de esta población con la ayuda del carretero José Luis Marín.

A la salida de Guerendiáin nos despide la iglesia de San Juan, de origen medieval aunque restaurada con bastante desacierto a base de ladrillo. A partir de aquí, la ruta se hunde de forma intermitente a la sombra de coscojas y algunos robles durante casi 3,5 kilómetros, dando a parar a una pista de gravilla (km. 12,3). Bajamos hasta la carretera de acceso a las canteras calizas y la cruzamos para subir hasta un área recreativa, donde nos topamos con la carretera de Tiebas, localidad a la que entramos. A la entrada yacen las ruinas del castillo de Teobaldo I y su sucesor Teobaldo II. Destruido en varias contiendas y reconstruido posteriormente, fue dejado de la mano de Dios en el s. XVII.

A la entrada de Tiebas yacen las ruinas del castillo de Teobaldo I. |CAMINOS PEREGRINOS

Cruzamos de punta a punta la calle Mayor, que nos acerca primero al albergue de peregrinos , y más adelante junto a la iglesia de Santa Eufemia, templo gótico rodeado de un precioso pórtico del siglo XVII. Justo después pasamos junto al bar y el albergue privado. Proseguimos sin pérdida, pasando una plazoleta y dejando las escuelas a mano izquierda, donde se encontraba el albergue de peregrinos que gestionó durante tantos años José María Flamarique. Seguimos sin pérdida para cruzar otra carretera de acceso a las canteras y continuamos de frente a la vera del campo de fútbol del  C.D Castillo de Tiebas.

Una señal jacobea anuncia 3,8 km. hasta Muruarte de Reta. El Camino progresa por un llano al borde de los sembrados, en paralelo a la AP-15 por los parajes del Chaparral y Fuentecilla. Pasamos de largo una fuente sin garantía sanitaria antes de desembocar en una rotonda (km. 16,3). La atravesamos, sorteando la autopista por debajo, y damos a un nudo de enlace de la N-121. Surge entonces un camino entre pinos y carrascas que nos guía por el perímetro de El Carrascal, un viejo campamento militar del que solo quedan en pie algunos barracones abandonados. Seguidamente, tras pasar bajo las vías del tren, accedemos a Muruarte de Reta. Encontramos un parque con algunos bancos regado por una fuente sin garantías sanitarias, otro buen lugar para descansar.

El tramo entre Muruarte y Olcoz se resume en una modesta carretera local y una recta kilométrica.

El Camino pasa junto a un local habilitado con alguna máquina expendedora. Más a desmano, en el otro extremo del pueblo, está la iglesia de San Miguel, con una portada casi idéntica a la de Eunate. Más cercana y a la vista de la ruta está la torre-palacio. Fue rehabilitada entre 2010 y 2011 y acoge un centro de interpretación sobre el Camino de Santiago. http://www.torredeolcoz.com A la salida de la población tomamos un camino que domina el valle de Ilzarbe, con el Canal de Navarra y las localidades de Tirapu y Añorbe, ésta última coronada por la cima de San Martín y su ermita homónima. El trazado va descendiendo por el espinazo natural que hace de muga entre varios municipios, un terreno poblado de espino y rematado por un vértice geodésico (km. 19,8).

El camino termina derivando en una trocha y pasa junto a una parcela con olivos y otros frutales. Una pista de gravilla toma el testigo y, ¡ojo!: antes de llegar a la carretera hay que cruzar una regata y girar 90º a mano derecha, siguiendo una vereda al abrigo de los chopos. Cruzamos la carretera que viene de Úcar y continuamos de frente por una pista (km. 21,4). A la entrada una indicación señala 5,2 km. a Eunate y 10,1 km. a Puente la Reina. ¡Ánimo! La pista nos empuja durante casi dos kilómetros hasta la entrada de Enériz, a la que accedemos por la calle Cofradía.

Las señales dirigen a la plaza Consistorial, a los pies del Ayuntamiento de esta localidad de algo más de 300 habitantes bañada por el río Robo. En la misma fachada hay una tienda de alimentación con panadería. ¡Mucha atención! El Camino no continúa hacia la iglesia de Santa María Magdalena, sino que gira a la izquierda tras el Ayuntamiento y sigue a la derecha por la calle San Juan, donde hay una escultura dedicada al Camino. Esta calle muta más adelante en otra pista de gravilla que progresa junto a cultivos de espárragos, que se recolectan a comienzos de la primavera. Seguimos en la misma dirección durante casi otros dos kilómetros y, entonces, prestamos atención a un mojón jacobeo a la derecha de la pista. Nos anima a girar y a entrar en un túnel vegetal que nos deja a las mismas puertas de la ermita de Eunate.

Singular ermita románica de planta octogonal rodeada por una arquería de ricos detalles. |CAMINOS PEREGRINOS

En este edificio tan singular destaca la arquería exterior dispuesta sobre su planta octogonal. Los capiteles muestran ricos detalles ornamentales donde se dan cita máscaras, motivos vegetales, figuras humanas y bestias. Sobre el origen y construcción del templo se barajan varias hipótesis, desde construcción templaria hasta hospital de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén o capilla y cementerio de peregrinos. Tras Eunate, pasamos junto a un área recreativa y enlazamos con una pista que 700 metros después nos deja al borde de la NA-6064. Cruzamos y seguimos por la pista pavimentada que surge de frente (km. 27,3). En algo más de un kilómetro nos planta directamente en Obanos, al que entramos tras cruzar la NA-6062 y superar un repecho, muy molesto a estas alturas de la etapa. Por la travesía San Sebastián y la plaza San Guillermo confluimos en la plaza Los Fueros, donde se dan cita el Ayuntamiento y la iglesia de San Juan Bautista.

En esta plaza confluimos con los peregrinos que partieron de Roncesvalles, Saint Jean Pied de Port o de más al norte. La guía de Don Elías Valiña sitúa el encuentro unos metros más adelante, en la ermita de San Salvador, que visitamos a continuación para descender a la carretera. Nada más cruzarla tomamos un paseo junto a las huertas del río Robo que nos deja en la recta final a Puente la Reina. Pasamos junto al hotel y el albergue Jakue y unos cientos de metros después llegamos al de los Padres Reparadores. Bajo el arco de la iglesia del Crucifijo se accede a la calle del mismo nombre, que conecta de frente con la calle Mayor, arteria principal de esta localidad viaria donde los caminos se hacen uno solo.