Parajes de ascetas

Mapa de la etapa entre Sangüesa y Monreal. | CAMINOS PEREGRINOS

Perfil de la etapa entre Sangüesa y Monreal. | CAMINOS PEREGRINOS

Junto a la portada meridional de Santa María la Real de Sangüesa, libro abierto de la iconografía románica, el río Aragón dice adiós al Camino para dirigirse hacia el padre Ebro. Mientras, la ruta jacobea reanuda su curso y asciende a Rocaforte, perfecto enclave para un hombre austero como San Francisco, que se detuvo aquí durante su peregrinación a Compostela. Al amparo de la sierra de Salajones, el trazado gana altura pausadamente hasta el alto de Aibar, prosiguiendo por la sierra de Izco hasta la población del mismo nombre.

El valle cerealista de Ibargoiti protagoniza el último tercio de la jornada, un trayecto agotador de interminables pistas agrícolas que tienen como telón de fondo a la dama de Alaiz, que no es otra que la inconfundible Higa de Monreal, que se eleva a 1289 metros. Abínzano, precedida por su parroquial de San Pedro, y más adelante Salinas, a la vera del río Elorz, prologan el hermoso bosque de ribera que da acceso a Monreal, el Mons Reellus citado en el Codex Calixtinus como final de etapa.

Itinerario

Itinerario

km.0

Sangüesa

  (quedan 27,4 km.)
Todos los servicios

Desde el albergue avanzamos por la misma Enrique de Labrit, tocando la iglesia de San Salvador, gótica de finales del s. XIII, y enlazando de frente con Alfonso El Batallador. . Progresamos al pie del palacio de Vallesantoro, que desde 1970 acoge la Casa de Cultura, y nos dirigimos al cruce con la calle Mayor, que tomamos a mano izquierda para alcanzar en breve la iglesia de Santa María la Real. Lleva el sello de las peregrinaciones y su portada, ilustrada en las páginas de todo libro de arte que se precie, es todo un tratado pictórico del estilo medieval. Cruzamos el río Aragón por el puente metálico, despidiéndonos así del cauce que nos acompaña desde Somport, y tomamos la NA-8603 hacia la derecha, en dirección a Pamplona. Al poco de pasar la gasolinera, cogemos a mano izquierda el desvío a Rocaforte por la NA-5401 (los que quieran tomar la variante de la Foz de Lumbier harán caso omiso al desvío y continuarán por la NA-8603 hasta Liédena) (km. 1,2). Tras 300 metros de asfalto, seguramente con la vista y el olfato nublados por la presencia de la industria papelera, tomamos a mano derecha una senda señalizada que asciende poco después a Rocaforte. La iglesia gótica de Santa María de la Asunción defiende la plaza de esta población, núcleo primitivo de la actual Sangüesa antes de que fuera fundada a orillas del río Aragón.

km.2,5

Rocaforte

  (quedan 24,9 km.)
Fuente

A la entrada de la población hay un rincón habilitado con varios bancos y una fuente. Una pista pavimentada, coincidente también con un recorrido para BTT y con el Sendero Local 183, va alejándonos de Rocaforte. La pista pasa a ser de tierra entre huertas colmadas de lechugas, cardos y acelgas. Mientras, oteamos a mano derecha el oratorio de San Bartolomé, convento habitado por franciscanos hasta el XIX, donde San Francisco de Asís se detuvo durante su peregrinación a Compostela en torno al 1215. Cruzamos un arroyo que desagua en el barranco de Gallán y pasamos junto a la Fuente de San Francisco, escoltada por una apacible zona recreativa con mesas y varios fogones. La zona urbana nos deja ante un paraje de labrantíos y monte bajo cubierto por boj y espino. A mano derecha destaca el parque eólico de Salajones, sobre la sierra homónima, y alcanzamos pronto un hito jacobeo destacado como Fuente de La Padul,, el cual anuncia 4,9 kilómetros al alto de Aibar y 22,9 hasta Monreal. A unos 300 metros pasamos un corral y 400 metros más tarde junto al de José Oiza, con un abrevadero al pie del trazado (km. 5,1).

El desnivel apenas se percibe mientras atravesamos una extensión de cultivos salpicados de vides, a la que sucede un tramo herboso que lleva a cruzar sobre un arroyo del Barranco de Santa Cilia. Llegaremos a un área provista con una fuente, donde se desliga la ruta BTT y se aleja a mano izquierda la ruta de los Salacencos (km. 7,2). Continuamos de frente, tornándose el sendero más estrecho y con toboganes, complicando de esta manera el avance de los ‘bicigrinos’. Tras una chopera alcanzamos finalmente la N-534, que salvamos por un túnel.

Un mar de nubes oculta la cuenca prepirenaica de Lumbier desde el alto de Aibar. | CAMINOS PEREGRINOS

km.8,9

N-534. Alto de Aibar

(quedan 18,5 km.)
 

Subimos seguidamente hasta una portilla, que franqueamos. Una senda avanza ahora sobre el puerto de Aibar, dominando una amplia panorámica sobre la cuenca prepirenaica de Lumbier. A la derecha de esta localidad se alza el cercano monte Arangoiti (1353 m), centinela de la sierra de Leyre. Más adelante, sobre el pinar de repoblación, descendemos por unos trancos de madera hasta una portilla metálica. Al poco sobreviene otra y terminamos bajando hasta una pista (km. 10,5). La seguimos a mano izquierda, en ligera subida, mientras vemos justo debajo una balsa para toma de agua. Hay que prestar ¡mucha atención!: a 100 metros de tomar la pista salimos de ella por la margen derecha. Una senda toma entonces el relevo y nos guía entre los bojes y el arbolado disperso. Pasados 300 metros, cruza una pista y prosigue de frente durante más de un kilómetro hasta conectar con otra pista más ancha. La tomamos y a 200 metros giramos a mano izquierda, punto donde se unen los peregrinos que hayan tomado la variante de la Foz de Lumbier (km. 12,1).

La ruta jacobea continúa su avance montaraz por la sierra de Izco, a caballo entre el paisaje atlántico y el mediterráneo, ganado altitud por una pista trazada en la linde del bosque y de los barrancos del Basobar y Avellanera. A 1,7 kilómetros de la unión de variantes, vamos a dar con un portillo que indica Olaz, topónimo referido al núcleo de población abandonado a mediados del siglo XV (km. 13,9). Seguimos la pista, acompañados en ocasiones por el zumbido de los aerogeneradores del parque de Izco, cadencioso como el de una lavadora. Sobrepasaremos una nave ganadera (km. 15,1) y un kilómetro más adelante un paso canadiense, situándonos seguidamente en la cota más alta de la jornada.

km.16,1

Sierra de Izco (paso canadiense)

(quedan 11,3 km.)
 

Seguimos la pista a la derecha, guiándonos en la bajada por las señales jacobes. El camino a Izco, ya a menos de dos kilómetros, nos abre las puertas al valle cerealista de Ibargoiti, que se estira hacia el oeste entre las sierras de Izco, Tabar e Izaga y donde despunta en lontananza la Higa de Monreal. Tras salir del pinar solventamos una recta de más de un kilómetro que avanza a la izquierda de la NA-2420 y la A-21. Lleva directamente a Izco, al que entramos superando un arroyo junto a un crucero. El albergue de peregrinos San Martín se encuentra al pie del frontón. ¡El bar no tiene horario fijo y podríamos encontrarlo abierto pero el albergue se encuentra actualmente CERRADO!

km.18

Izco

  (quedan 9,4 km.)
Albergue de peregrinos (cerrado). Bar-Tienda

Los que prosigan hasta Monreal deberán armarse de paciencia, sin fijar demasiado la vista en la Higa de Monreal (1289 m), la dama de la sierra de Alaiz. Sin ninguna cota que le haga sombra alrededor, su silueta se distingue desde muchos puntos de la geografía navarra. Un par de kilómetros de pista parcelaria por los parajes de Linares y La Chabola separan Izco de Abínzano, donde recibe la iglesia protogótica de San Pedro, del s. XIII. Junto a ella encontramos una fuente.

km.20,1

Abínzano

  (quedan 7,3 km.)
Casa Rural. Fuente

Entre Abínzano y Salinas de Ibargoiti aguarda en torno a una hora de trayecto. Tras la iglesia parroquial se gira a mano derecha y, unos metros más adelante, a la izquierda, afrontando otra pista infinita de gravilla. A mano derecha nos despiden unas naves agrícolas, mientras fijamos rumbo noroeste hacia la Higa. Los campos de cereal, ondulados, se funden al sur con la sierra y sus eólicos. Progresamos siempre de frente, haciendo caso omiso a los caminos que parten aquí y allá. A la margen derecha, a la vera de algún arroyo, brotan algunas filas de chopos. El desnivel se torna favorable y el Camino cruza el barranco de los Sesur (km. 22,5), presentando posteriormente algunos toboganes. La pista terminará desembocando en la carretera que une Zabalza y Salinas (km. 24,4), que seguiremos a la derecha durante solo 100 metros, desligándonos de ella por un camino que progresa sobre la carretera. Nos lleva a cruzar el bello puente medieval sobre el río Elorz. En la actualidad deberemos dirigirnos directamente hacia Salinas de Ibargoiti, que contó con ocho pozos de sal y donde hubo un hospital de peregrinos de la Orden de San Juan de Jerusalén.

En Salinas de Ibargoiti sobresale el majestuoso ábside de la iglesia gótica de San Miguel. | CAMINOS PEREGRINOS

km.24,9

Salinas de Ibargoiti

  (quedan 2,5 km.)
 

Antes de alcanzar la iglesia gótica de San Miguel, pasamos una nave y torcemos a mano izquierda, cruzando a unos cientos de metros el río Elorz. El tramo hasta Monreal nos dejará un buen sabor de boca, a cobijo del arbolado de ribera. A la entrada de Monreal, el Mons Reellus citado en el Codex Calixtinus como final de etapa, salvamos el cauce por un puente gótico con arco de medio punto y otro apuntado. A la salida, seguimos de frente por la calle de Santa Bárbara y torcemos después a la izquierda por la calle de la Corte. Unas escaleras conducen a la misma puerta del albergue de peregrinos, que tiene en la parte de atrás un lavadero, un tendedero y una mesita de piedra.

km.27,4

Monreal

  (fin del itinerario)
Albergue. Bar-Tienda. Farmacia. Cajero
A vista de peregrino

Monreal a vista de peregrino

Uno de los atractivos de esta tranquila población navarra, cuyo nombre proviene de Mons Regalis (Monte Real, en alusión a que estas tierras fueron uno de los escenarios de las cacerías de los reyes navarros) es el puente gótico que hemos salvado a la entrada. Si callejeamos por el entramado urbano de esta villa, que se benefició del Fuero otorgado por García Ramírez en 1149 y tuvo el privilegio de celebrar mercado, observamos como parte del itinerario del Camino (calles Santa Bárbara, El Burgo y Mayor) conserva su aspecto medieval. Además, justo donde se localiza la calle Cuchillería, hubo una judería amurallada. Sobre la iglesia de la Natividad se alza la colina del viejo y desaparecido castillo, que surgió como una simple torre defensiva y terminó convirtiéndose en residencia temporal de los monarcas navarros. En la calle del Burgo, por donde sale el Camino, se puede tomar un sendero que conduce hasta las ruinas de la torre y el aljibe subterráneo que afloró en unas excavaciones efectuadas en los años sesenta.

Información técnica

  • 27,4 km.
    Distancia total
  • 87,3%
    Tierra
  • 12,7%
    Pavimento
  • 781 m.
    Altitud máxima
  • 400 m.
    Altitud mínima

El tiempo

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