Cautivados ante el sublime paisaje pirenaico

Mapa de la etapa entre Somport y Jaca. | CAMINOS PEREGRINOS

Perfil de la etapa entre Somport y Jaca. | CAMINOS PEREGRINOS

Procedente de la Provenza, la Vía Tolosana franquea el Béarn francés hasta alcanzar el alto de Somport, a partir del cual es más conocida como Camino Francés por Aragón o Camino Aragonés a secas. Así, a una altitud de 1632 metros, bajo el grandioso pico Aspe, la senda jacobea sigue el curso del río Aragón, visitando las ruinas del célebre hospital de peregrinos de Santa Cristina.

Protegido por sublimes cimas, entre bosques y refrescantes cascadas, junto a toda una suerte de búnkeres y fortificaciones militares destinadas en su día a proteger la frontera, el angosto valle se abre a Canfranc Estación – Los Arañones y después al pueblecito viario de Canfranc. Prosigue el itinerario sobre el bello Pon Nou, con perfil en lomo de asno, que dirige el recorrido hasta Villanúa, población situada a los pies de la Collarada, la montaña más alta de la comarca de la Jacetania.

A la entrada de Villanúa surgen dos variantes, la que recorre la margen izquierda del río Aragón y la histórica, que avanza al otro lado de la N-330 junto al señorío de Aruej. Ambas se reúnen en el pintoresco Castiello de Jaca, puerta al valle de la Garcipollera y conocido como el pueblo de las cien reliquias. Del núcleo primitivo, presidido por la iglesia románica de San Miguel, se desciende hasta la pedregosa ribera del río Ijuez, continuando a orillas del Aragón junto al molino de Bergosa y varios puentes, como el de Torrijos y Las Grallas. Finalmente, ante la inconfundible silueta de la peña Oroel, la ermita de San Cristóbal conduce hasta las puertas de Jaca, primera capital del Reino de Aragón.

Itinerario

Itinerario

km.0

Somport

(quedan 30,5 km.)
Albergue. Bar-restaurante

A una cota superior a 1600 metros, la vía de Arles, que atraviesa el extremo de la Provenza y el Languedoc para franquear los Pirineos por el Bearne francés, supera el puerto de Somport. Partimos al pie de la carretera de Candanchú, a escasos metros de la silueta de un peregrino que se alza sobre la roca rosácea. Descendemos las escaleras situadas junto al marco que cita las distancias, nada menos que 858 kilómetros a Compostela. Echando una ojeada al fondo del valle, descubrimos la silueta de la Collarada, que con sus 2886 metros representa la máxima altura de la comarca de la Jacetania. Mientras, una senda se retuerce pendiente abajo a la vera del río Aragón, que recién se ha formado de los torrentes surgidos en los ibones de Astún. En menos de un kilómetro nos topamos con las ruinas del hospital de Santa Cristina, “una de las columnas que el señor estableció en este mundo para sostenimiento de sus pobres”, según cita el Codex Calixtinus, la célebre guía de peregrinos del siglo XII (km. 0,8).

Más peldaños, reforzados por una barandilla de madera, saltan a la carretera que va a la estación de esquí de Candanchú; nosotros, en cambio, cruzamos el río por el puente de Santa Cristina y proseguimos hacia la izquierda, subiendo inmediatamente otro tramo de escaleras hacia el encuentro de la N-330. Cruzamos la carretera nacional y seguimos de frente, avanzando sobre pastos y arbolado alpino. La diferencia de altitud que nos separa de Jaca va a darnos la oportunidad de presenciar una vegetación muy variada, desde los hayedos y abetales a los quejigos. El Camino pronto se divide en dos itinerarios posibles:

  1. Siguiendo las señales jacobeas en acero corten tenemos la oportunidad de acercarnos a la N-330 y salvar el río Aragón por la pasarela del puente del Ruso, continuando la marcha hasta Canfranc Estación por la margen derecha del río Aragón.
  2. Vamos a describir, sin embargo, la que avanza por la margen izquierda del río y de la carretera, tan solo unos cientos de metros más larga. Sin saltar a la nacional, hilamos el descenso de flecha en flecha, entre piedras y arbolado alpino, donde afloran una serie de búnkeres de la conocida como ‘Línea P’, construidos entre 1944 y 1959 con el objeto de proteger una factible invasión desde Francia. Al otro lado de la nacional, a mano derecha, distinguimos en un recodo de la carretera el campamento militar de Rioseta, bajo el circo del mismo nombre y el prominente Pico del Águila (1972 m). Siguiendo el dibujo del río, el trayecto vira durante un tramo al este, alcanzando entre una buena mancha de pino silvestre los restos de la fundería de hierro y cobre del Anglasé. A mediados del s. XIX una fábrica y hasta una venta remataban el conjunto, constituyendo a buen seguro un lugar de parada en el Camino Real entre Francia y España.

km.3,1

Fundería del Anglasé

(quedan 27,4 km.)
 

Llamados por el estrépito del agua, salvamos en medio kilómetro el río de la Canal Roya, que fluye desde los ibones del Anayet, presentándonos 20 minutos después sobre el barranco de Izas (km. 4,9), que cruzamos por una pasarela de madera. Cabe reseñar que en Aragón el término barranco se refiere al de cauce, rambla o torrente. Seguimos con resolución, rodeando las peñas donde se instala el Coll de Ladrones, fuerte fusilero diseñado en 1888 para la defensa del valle de Canfranc; justo detrás destaca la cima de La Raca (2278 m.). Algo más de un kilómetro nos separa del siguiente hito: el puente de Roldán, donde pasamos a la otra margen del río Aragón para acceder al antiguo poblado de Los Arañones. Creció a partir de 1880 gracias a la construcción de la estación internacional, convirtiéndose en el núcleo de Canfranc-Estación, que aglutina los servicios y el ayuntamiento. Evitamos circular por la N-330 gracias a una senda habilitada bajo el arcén izquierdo, enlazando así con el aparcamiento. Sobresale como un trasatlántico varado la Estación Internacional, que fue construida en 1928 y funcionó hasta 1970, año del cierre de la conexión ferroviaria con Francia. Sin embargo, hasta sus vías sigue acercándose hoy en día el Canfranero, el tren procedente de Zaragoza. Mientras nos acercamos a la moderna iglesia de Nuestra Señora del Pilar, con un diseño en forma de abanico, no faltan las oportunidades para disfrutar de un tentempié. Este tramo inaugural ha dejado huella.

Estación Internacional de Canfranc. |CAMINOS PEREGRINOS

km.6,7

Canfranc-Estación

(quedan 23,8 km.)
Todos los servicios excepto taller de bicicletas

Tras el ayuntamiento, nos separamos unos metros de la carretera y seguimos a la vera del río, regresando más tarde al arcén de la N-330. A la salida de esta larguirucha localidad, junto al puente de Secrás y la central de Canal Roya, escogemos la senda peatonal. Dejamos a mano derecha los carriles que se dirigen al túnel de Somport, atisbando en la otra orilla del Aragón la central hidroeléctrica de Ip. Más adelante pasamos el túnel de Ip, de apenas 80 metros, y a la salida de éste tomamos las escaleras que descienden hasta las ruinas de la torre de la Espelunca. Es una fortificación de finales del XVI, plantada sobre el viejo camino y llamada así por la presencia en la zona de grutas o espeluncas. Bajo el dique del embalse de Canfranc cruzamos una vez más el río Aragón, divisando al otro lado de la carretera la Torreta de Fusileros, proyectada en 1877 para defender la carretera entre Zaragoza y Francia. Su planta en forma de elipse albergaría una guarnición de 25 soldados, una enfermería, un calabozo, una leñera y un cuarto de oficiales. Proseguimos entre muros tradicionales, guiados por un buen tramo del antiguo camino de las Porciocas, ya en uso en el s. XVI. A kilómetro y medio de cruzar el río salvamos el barranco de Ip, que se desploma a mano izquierda en una elegante cascada (km. 10).

Después de 800 metros, tras sortear el barranco de Cherimosas, franqueamos el Aragón por el puente de Arriba, que prestaba servicio al itinerario que conducía a los puertos de Izas e Ip. Junto al marco de los 847 km. a Santiago tocamos momentáneamente la N-330 y entramos en Canfranc. Esta localidad viaria, en simbiosis con el propio Camino y donde hubo una alberguería privada, se formó en el s. XI y en ella solían cobrarse las lezdas por el paso de mercancías. En 1944, Canfranc fue asolado casi por completo por un devastador incendio y el ayuntamiento y los servicios, como hemos visto, se trasladaron a Canfranc-Estación. El Camino de Santiago se solapa con la calle Albareda para recorrer la villa de norte a sur, visitando la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, que reemplazó en el XVI al templo levantado cuatro siglos antes. Consta de tres naves y torre campanario de planta octogonal.

km.11,2

Canfranc

  (quedan 19,3 km.)
Albergue. Alojamiento. Bar-restaurante

A la salida, tras salir fugazmente a la N-330, tomamos el camino que nos acerca a las ruinas de la iglesia de la Trinidad, fundada en el s. XVI y abandonada tres siglos más tarde. Poco más abajo, el Camino cruza una vez más el río Aragón por el fotogénico puente de Abajo, con perfil en lomo de asno y conocido anteriormente como Pon Nou, que fue reconstruido en 1599 por el maestro cantero del valle de Bearn Ramón de Argelas. Principia así un sugerente recorrido por la margen izquierda del Aragón, el cual nos conducirá en casi cuatro kilómetros hasta el puente de Villanúa. José Luis Ona, en su obra Guía del Camino Jacobeo en Aragón, desgrana la historia, itinerario, característ1em 0icas, antigüedad y técnicas de construcción del Camino en cada uno de sus tramos. Es digno de consultar para ahondar en esta ruta jacobea y en los entresijos de la ingeniería viaria. A poco más de un kilómetro del Pon Nou salvamos por una pasarela el barranco de los Azús, que separa los municipios de Canfranc y Villanúa (km. 13).

Entre pedregales pasamos junto al búnker y refugio de peña Caída, no tardando en traspasar la N-330 por un túnel de baja altura. Reanudamos la jornada coreografiando cada una de las curvas que traza el Aragón, que se contornea 30 metros más abajo. La presencia de prados y un paisaje más humanizado ganarán terreno más tarde, anunciando la proximidad de Villanúa. Precede a la localidad el contiguo dolmen de las Guixas, uno de los tres que pueden encontrarse en los aledaños de la población junto al de Letranz y Diez Campanas, y la entrada a la cueva de las Güixas, que recibe visitas desde 1929. En breve llegamos al aparcamiento situado junto a ‘Subterránea’, el centro de interpretación de las cuevas, y al puente sobre el Aragón.

km.15,5

Villanúa

  (quedan 15 km.)
Todos los servicios

A la entrada del puente de Villanúa, de origen medieval pero desvirtuado por la baranda metálica y el pegote asfaltado, se alza un poste que señala otro par de opciones para proseguir la etapa:

  1. El GR 65.3.1 continúa a Castiello entre la orilla izquierda del río y las vías del tren. Visita el centro de Villanúa y deja la población atendiendo a la sucesión de flechas amarillas y a las marcas rojas y blancas del GR. Es un recorrido tranquilo, alejado de la carretera, y va sorteando los cauces intermitentes que desaguan en el Aragón, como el Betigueral, el Orbil, el de San Juan y el de la Selva. Cruzando el río y la N-330 junto a la urbanización Residencial Mirador, accede poco después a la parte alta de Castiello de Jaca, dominada por la iglesia de San Miguel. La longitud de este tramo es similar a la de la otra alternativa, que pasamos a narrar con más detalle.
  2. Por el GR 65.3, el trazado histórico, bajamos unas escaleras nada más cruzar el puente de Villanúa, saliendo unos pocos metros a la vera de la N-330. Más escalones nos llevan a cruzar el barranco de los Gorgazos. Separados de la nacional por una urbanización (recordad que al pie de la carretera hay varias cafeterías y restaurantes), traspasamos poco después el canal del barranco de Regulierde y progresamos hasta la salida de Villanúa, donde recibe una cabañera (como se denomina a las cañadas en Aragón). Si volvemos la vista atrás vemos despuntar desde otro ángulo la cima de la Collarada, que ya oteamos desde Somport. La cabañera avanza paralela a un área de descanso y después sigue el curso de la N-330, arrimándose a los chopos en busca de sombra. A más de un kilómetro del área de descanso, franqueamos por una pasarela el barranco de San Chaime (km. 18,1) y medio kilómetro después cruzamos la carretera a la salida de un modesto pinar.

El Camino de Santiago pasa junto a la colonia Gabardip, antiguo secadero de piñas rehabilitado hoy como casa de colonias de los Salesianos, y, bajo el núcleo de Aratorés, prosigue hasta dar con la carretera que lleva hasta esa población y a Borau y Aísa. Desechando el camino pegado al canal, descendemos 300 metros por la carretera y, al llegar a Villa Juanita, torcemos a la derecha para tomar de nuevo la cabañera. Un terreno cómodo, con la presencia de una balsa y varios barrancos, como el de Beldorero y el de Gabardito (km. 21,7), conducen a Castiello de Jaca. A escasa distancia de entrar en la población, donde se sitúa el 837 a Santiago, dejaremos a mano derecha el albergue ANoguera. Castiello de Jaca tiene el apelativo de las ‘cien reliquias’, ya que en una arqueta de plata situada junto al sagrario se encuentran las reliquias que donó un peregrino valenciano agradeciendo la ayuda recibida por las gentes del pueblo. El otro itinerario que se separó en Villanúa pasa junto a la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, de torre fortificada y cuya construcción primitiva se remonta al siglo XII. Podemos acercarnos a visitarla o descender directamente por la calle Santiago hasta la N-330, admirando sobre los tejados de losa y pizarra las chimeneas troncocónicas conocidas popularmente como chamineras. Están rematadas por capiscoles o ‘espantabrujas’, que según las creencias evitan que los seres maléficos entren al hogar.

Chimeneas de la Jacetania rematadas por capiscoles o ‘espantabrujas’. |CAMINOS PEREGRINOS

km.23,3

Castiello de Jaca

  (quedan 7,2 km.)
Albergue. Alojamiento. Bar-restaurante

Confluimos en la N-330, donde se emplazan varios restaurantes, y cruzamos de frente en dirección a La Garcipollera. Tras atravesar una plaza cruzamos el río Aragón y giramos a la derecha, tomando un camino que puede quedar inundado por las crecidas súbitas del cauce. ¡Mucha precaución! En 700 metros llegamos a orillas del río Ijuez, donde vemos un vado rudimentario que, por méritos propios, fue unos de los puntos más conflictivos del Camino Aragonés, cuando el aumento del caudal causaba verdaderos apuros a la hora de cruzar. En 2010 se construyó una pasarela que dio fin al problema y que sirve para alcanzar la otra orilla (km. 24,1). Reencontrándonos 200 metros más adelante con el río Aragón, progresamos entre las vías y el cauce, alcanzando en aproximadamente un kilómetro el molino harinero de Bergosa. Ochocientos metros después, a través de una zona de huertas, hacemos lo propio con el puente de Torrijos, fábrica de 1876 (km. 26).

Sin necesidad de cruzarlo, descendemos por unas escaleras y pasamos bajo la N-330. Afrontamos la última hora de esta etapa, un trecho que parece multiplicarse por dos, más si cabe si hemos cubierto el trayecto desde Somport en una sola jornada. Basta con seguir el camino soldado al pie de la nacional, acariciando el hotel-restaurante y centro hípico Charlé y pasando 800 metros más tarde junto al puente de las Grallas (km. 27,7). Anclada a la N-330 durante otros 600 metros, nuestra ruta toma después algo de distancia y va al encuentro de la próxima ermita de San Cristóbal, construida en 1796 por un tintorero de Jaca.

km.28,6

Ermita de San Cristóbal

(quedan 1,9 km.)
 

Justo después cruzamos el barranco del Rapitán por el puente medieval homónimo y, un par de minutos después, otro barranco, plantándonos en cinco minutos en el repecho que nos llevará a Jaca. Un tramo de escaleras nos aúpa finalmente a la margen de un parque, donde se encontraba el significativo árbol de la Salud, un olmo plantado en el XVIII y muerto por grafiosis en 1997. Le sustituyó un castaño de indias, éste talado por un desalmado en 2012, que fue reemplazado por otro castaño ese mismo año. Un panel amplía la información. Dejamos a mano derecha el paseo de la Cantera, continuando de frente por la avenida de Francia por espacio de 700 metros. A la altura de la ciudadela, cruzamos el paso de peatones y la isleta arbolada para acercarnos por la plaza de San Pedro hasta la catedral. Atravesamos la porticada plaza de la Catedral y seguimos sin pérdida por la calle de Bellido, enlazando con la calle de la Puerta Nueva. En ésta última torcemos a la derecha en la primera bocacalle, tomando la angosta calle del Hospital. Después seguimos a la derecha por la travesía Conde Aznar, llegando al albergue de peregrinos.

km.30,5

Jaca

  (fin del itinerario)
Todos los servicios
A vista de peregrino

Jaca a vista de peregrino

Oficina de Turismo de Jaca:
Plaza de San Pedro nº 11-13 (a escasos metros de la catedral)
Teléfono.: 974 360 098
Email: oficinaturismo@aytojaca.es

Tras esta jornada pirenaica, la céntrica plaza de la Catedral es un buen lugar para iniciar una breve visita a Jaca. En la misma plazuela porticada se encuentra la catedral de San Pedro. Se levantó en estilo románico a partir del año 1075 por iniciativa de Sancho Ramírez, cuando la ciudad se convirtió en sede episcopal, además de capital del incipiente Reino de Aragón. Partes del templo, como arquivoltas y frisos, están decoradas con el característico ajedrezado o taqueado jaqués, llamado así porque se utilizó por vez primera en esta catedral antes de extenderse a más templos de la ruta jacobea. En la misma catedral merece el Museo Diocesano, que guarda valiosas muestras de pintura mural medieval.

Desde la plaza de la Catedral podemos encarrilar la calle de Obispo hasta el cruce con la concurrida calle Mayor, donde se encuentran el Ayuntamiento de estilo plateresco y varios ejemplos de edificios modernistas en las fachadas de los números 17, 20 y 32. Desde la arteria principal del ensanche podemos salir a la avenida del Primer Viernes de Mayo y acercarnos a la ciudadela, rodeada de una magnífica explanada de césped. Fue diseñada en 1592 por el ingeniero italiano Tiburzio Spanocchi, que estaba al servicio de Felipe II. La visita, tanto exterior como interior, esta última de pago, permite conocer los diferentes elementos de esta fortificación: los baluartes, las casamatas, el polvorín, el cuerpo de guardia, etc. Uno de sus cuarteles alberga un museo singular y único en su género: una colección de más de 32.000 figuras de soldados de plomo que detalla la evolución de las armas, los uniformes, las tácticas de combate y la historia los conflictos armados desde la época de los faraones hasta la actualidad.

Entre fogones

Jaca entre fogones

En los bares y restaurantes de Jaca encontraremos infinidad de tapas, cazoletas y platos donde degustar comida consistente y tradicional del Pirineo aragonés. Desde quesos de renombre, embutidos, boletus, migas de pastor, ternasco, chuletón de ternera, y una no menos variedad de apetitosa repostería casera a base de torrijas, hojaldres, cuajadas, flanes, peras cocidas al vino tinto… A su vez, los más lameruzos, pueden visitar las confiterías y degustar cualquiera de los dulces típicos: Adoquines del Pilar, Frutas de Aragón, Coronitas de Santa Orosia, Besitos, Lazos de Jaca, castañas de mazapán, etc.

Información técnica

  • 30,5 km.
    Distancia total
  • 78,2%
    Tierra
  • 21,1%
    Pavimento
  • 1630 m.
    Altitud máxima
  • 782 m.
    Altitud mínima

El tiempo

Otros Alojamientos

Canfranc Estación
Canfranc
Villanúa
  • Hostal Alto Aragón
    C/ Faci Abad Don Gabriel, 4
    974 378 175
Castiello de Jaca
Jaca

Talleres de bicicletas

Villanúa
  • Deportes Azus
    Avenida de Francia, s/n
    974 378 217
Jaca
  • Ciclogénesis
    Avenida Regimiento de Galicia nº 2, local 6
    974 360 446
    www.ciclogenesis.es
  • Deportes Goyo
    Avenida Juan XXIII, nº 17
    974 360 413
    www.deportesgoyo.com
  • Ciclos Lanaspa
    Calle del Carmen, nº 15
    974 363 964

Galería